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INFORMACIÓN

INGREDIENTES

Conoce a detalle los componentes que se integran en nuestros productos.

Ácido hialurónico:

Es una molécula que se encuentra naturalmente en la piel y tiene la capacidad de retener grandes cantidades de agua. Ayuda a mantener la piel hidratada, suaviza las líneas finas y arrugas, y mejora la elasticidad de la piel.

Aloe vera:

También conocido como sábila, es una planta suculenta que ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades curativas y beneficios para la piel. Proporciona hidratación, es antiinflamatorio, antioxidante, estimula la producción de colágeno, promueve la cicatrización y la regeneración de la piel.

Caléndula:

La caléndula es una flor conocida por sus propiedades calmantes y cicatrizantes. Tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes, ayuda a calmar la piel irritada, alivia el enrojecimiento y favorece la cicatrización de la piel dañada.

Elastina:

La elastina es una proteína que se encuentra de forma natural en la piel y los tejidos conectivos. Promueve la elasticidad y flexibilidad, contribuye a mantenerla firme y tonificada, reduciendo la apariencia de arrugas y flacidez. Además, ayuda a retener la hidratación en la piel, lo que la mantiene suave y flexible.

Escualeno:

El escualeno es un lípido natural que se encuentra en la piel humana y en algunos aceites vegetales. Es un excelente humectante que ayuda a mantener la piel hidratada al formar una barrera protectora que evita la pérdida de humedad. Actúa como antioxidante natural, protegiendo la piel de los daños causados por los radicales libres y reduciendo el estrés oxidativo. Al mantener la piel bien hidratada, el escualeno contribuye a mejorar su textura, dejándola suave, flexible y con una apariencia más saludable.

Filtro solar:

El filtro solar es una barrera física que refleja los rayos ultravioletas para proteger a la piel. Nuestros productos utilizan como activos de protección el óxido de zinc y dióxido de titanio para ofrecer una protección alta sin provocar irritaciones en la piel.

Niacinamida:

También conocida como vitamina B3, la niacinamida es un ingrediente versátil para el cuidado de la piel. Ayuda a mejorar la textura de la piel, reduce la apariencia de poros, equilibra la producción de sebo, aclara la piel opaca y disminuye la apariencia de manchas oscuras.

Óxido de zinc y dióxido de titanio:

Protección física contra los rayos solares.

Pantenol:

También conocido como provitamina B5, tiene la capacidad de atraer y retener la humedad en la piel, lo que la mantiene hidratada y suave. Ayuda en el proceso de regeneración celular de la piel, lo que contribuye a la reparación de tejidos dañados y a una apariencia más saludable. El pantenol tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias, lo que lo convierte en un ingrediente útil para calmar irritaciones y rojeces en la piel.

Prebióticos:

Son componentes que actúan como alimento de los probióticos o las “bacterias benéficas” para estimular el balance de la microflora cutánea. Como ejemplos tenemos la vitamina B6, vitamina B12, extracto de levadura, avena, la inulina y ácido láctico.

Probióticos:

Son suplementos formados por microorganismos benéficos para mantener saludable la microflora. Los probióticos ayudan a los microorganismos fijos de la piel a nutrirlos, sanarlos y fortalecerlos para cumplir adecuadamente su función.

Vitamina E:

Es una vitamina liposoluble con propiedades antioxidantes. Ayuda a proteger la piel contra el daño causado por los radicales libres, reduce la inflamación, mejora la cicatrización y promueve la regeneración celular.

Vitamina K:

Es una vitamina liposoluble que ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos y acelera la regeneración de las células. También ayuda a la regeneración de la piel estresada o lastimada por procedimientos invasivos. Reduce la apariencia de ojeras, hematomas y puede ayudar a mejorar la apariencia de las cicatrices.

RESPALDO CIENTÍFICO

En esta sección encontrarás los artículos científicos que respaldan los ingredientes que contienen nuestros productos.

La microbiota de la piel: el ecosistema cutáneo.

Patiño & Morales (2013)

Probióticos (Lactobacillus paracasei) con acción antiinflamatoria y de recuperación de la función de la barrera de la piel.

Guéniche et al. (2010)

Probióticos en productos cosméticos y de cuidado personal.

Puebla & Reid (2021)

Probióticos (Bifidobacterium longum) para pieles reactivas y sensibles.

Guéniche et al. (2010)

Probióticos para el tratamiento de acné.

Cui et al. (2022)

Probióticos para el tratamiento de eczema.

Makrgeorgou et al (2018)

Probióticos (Lactobacillus paracasei ) reducen el daño oxidativo (antioxidante) y foto envejecimiento.

Xu et al (2022)

La acción de los probióticos ante problemas de la piel.

Habeebuddin et al (2022)

El microbioma y las enfermedades de la piel.

Morales et al. (2021)

Probiótico para el tratamiento de dermatitis atópica.

Butler, Lundqvist & Axelsson (2020)

Probióticos y prebióticos: Beneficios en dermatología.

Joanne et al. (2021)